«la legislación se ha hecho cada vez más fecunda, y en los últimos tiempos se ha convertido en una ametralladora que dispara leyes» (Ortega y Gasset)
Si en condiciones normales se ha convertido en lugar común la queja por la incesante actividad normativa de los poderes públicos, bajo la vigencia del estado de alarma tal situación no ha hecho sino agudizarse. El Gobierno procura atender a la situación dictando cada día disposiciones (con la urgencia que exige el caso, según los más benévolos, o con precipitación según los más críticos), en muchos casos corrigiendo las promulgadas apenas unos días antes, y tan numerosas que en el momento de redactar estas líneas el número de ellas incluido en el “Código electrónico de la normativa estatal y autonómica de la Crisis Sanitaria Covid-19” que publica el BOE alcanza ya 97 entradas y 535 páginas en su edición en formato pdf.